Oh my God ! Rabietas. Ya están aquí ! , y es que cuando Aria era más pequeñita y leía sobre las rabietas o veía a niños en plena explosión, la miraba y pensaba :

” Esto a nosotros no nos va a pasar, con lo buena que es, seguro que sabremos gestionarlo ! ” .

JAJAJA que ingenua soy 🧏‍♀️ !

Lo cierto es que ya hace tiempo que estamos sumergidas en ellas, hemos ido de menos a más 😅. Nosotros casi todo lo hacemos muy intenso y Aria no iba a ser menos, con lo que sus rabietas o explosiones son LA CAÑA.

Es verdad que antes de que entrase en plena etapa del orden, sus “big chicken” eran más bien “little chickens”, por lo que solíamos manejarlos mejor y duraban infinitamente menos.

Pero ha sido entrar en la etapa del orden, sumado a que ha empezado el cole ( y que está creciendo, obviamente ) y ha sido una hecatombe, un no parar, enganchar una tras otra, vamos, una locura !

Por momentos no entendía ( ni entiendo, no nos vamos a engañar ) porqué tenía ( tiene) esas explosiones.

Pensaba constantemente que estaba haciendo algo que las provocaba ( que también ), así que nos compramos el libro Rabietas de Miriam Tirado, para ver si nos aportaba algo de luz. ( Podéis leer la reseña que hice de él hace unos días, aquí )

Lo que este libro consiguió es que no me sintiera tan mal con algunos sentimientos que tenía.

 

Me ha ayudado a gestionar mejor alguna de sus explosiones y a entender otras, pero sobre todo, me ha ayudado a darme cuenta de MIS RABIETAS y de cómo, sin querer, nosotros mismos provocamos otras explosiones.

 

Ahora, que de remedios milagrosos para que no las tengan nada de nada 🤣. Un chasco, la verdad, yo que pensaba que quizá hirviendo algunas hiervas y tirándola por casa a modo agua bendita ya no tendría más, y nada, que eso no funciona 🤣.

Una de las cosas que normalmente leemos para intentar minimizar esas explosiones es la anticipación, las rutinas.

Ya sabemos que si los peques tienen hambre o están cansados es más probable que tengan explosiones, como nosotros, que si estamos cansados, con hambre o con sueño, igual es mejor que no nos digan ni hola ( al menos a mi 🤣😅 ).

Sí, es necesario tener unas rutinas claro, por lo menos en nuestro caso, porque sino nuestra vida sería un auténtico caos ( más, quiero decir ), aunque de vez en cuando te las saltes, que eso también está muy bien y es muy sano, pero sí tener unos horarios establecidos que se cumplan habitualmente.

Que pasa con Aria? Pues que si por ejemplo, primero cenamos y luego nos duchamos, y un día por lo que sea lo hacemos al revés, PAM!  “Big chicken” !

Si cuando vamos a ducharnos quitamos primero el pantalón y luego la camiseta y un día nos quitamos primero la camiseta … “Big chicken”.

Si quiere ponerse unos tenis que por lo que sea, no están en su sitio, “Big chicken”, o, si va a buscar algo a su cuarto y no está donde debería, si amigxs, “Big chicken”.

Esto forma parte del orden. Ellos necesitan tener un orden establecido, y esto lo entiendo porque yo como adulta también lo necesito y también me enfado si voy a buscar algo y no está en su sitio ( ya os podéis imaginar, yo, que soy bastante desordenada, que no pierdo la cabeza porque la llevo pegada … ).

Ahora, el “problema” viene cuando NO podemos predecir esos cabreos.

Ayer, por ejemplo, la recogí del cole. Estaba muy contenta y no dejaba de darme besos y abrazos. Llegamos a casa y todo bien hasta que vi que tenía la sudadera mojada.

No le dije nada hasta que me pidió ir a dormir. Entonces muy tranquilamente le dije: Cariño ven, vamos a cambiar la sudadera que está mojada …“Big chicken” “Big chicken”  “Big chicken” pero “Very Big chicken”.

Podemos suponer que es que estaba cansada y no quería cambiarse, si, pero es que ella odia tener la ropa mojada, y siempre nos cambiamos para dormir la siesta.

Fueron unos 45 minutos de gritos, llantos y patadas voladoras… ante mi asombro.

No sabía que hacer, estaba como en shock viendo la escena.

Ella no quería que la tocase ni que le hablase, ni siquiera que la mirase, así que me quedé sentada en el suelo, incrédula, dándole un poco de espacio y esperando a que ella decidiera cuando quería el abrazo.

Tardó.

Al final se acercó tímida a por su abrazo y es ahí cuando empezó un poco la calma ( al menos por un rato ), y yo, me sentí mejor al no perder la paciencia y al estar presente para ella.

En casa también me he dado cuenta que una de las cosas que nos generaban  “big chicken” es la autonomía.

Que todo en casa suponga un reto para nuestros peques genera frustración, y por ello, cabreo.

 

Un ambiente preparado nos salvará de algún que otro enfado, al menos por parte de los peques 😅🤣. ( Os hablaré y enseñaré en otro post el ambiente preparado en nuestra casa ).

Nosotros desde que adaptamos su cuarto, su armario y el baño, hemos mejorado bastante en esos “momento cabreo” de “no llego” que tenía, ( ahora tenemos otros 🤣 )

Si tu estás en la misma situación que yo, que vas de ” Big chicken ” en ” Big chicken ” y tiro porque me toca, sólo puedo decirte una cosa : ÁNIMO!

Es una situación difícil y que en muchas ocasiones nos genera muchísimo estrés, pero al final del día, cuando nuestros peques se van a dormir y vemos sus caritas tranquilamente descansando, te darás cuenta de que has hecho lo correcto y estoy segura de que nuestros niñxs nos lo agradecerán en un futuro.

Y si no, siempre podemos esperar a que sean adolescentes y borrarles las partidas de la play a modo venganza, por ejemplo 🤣🤣 o ponerles canciones de Melendi por la mañana ( ya sé, demasiado cruel 🤣😉 ).

Sea como sea, un día estoy segura de que pasará, aunque hoy por hoy ese día lo veamos un poquito lejos.