Cuando supe que estaba embarazada me invadieron un montón de sentimientos : Alegría, miedo, felicidad … Lo que no me imaginé nunca es que criar y educar a mi hija como su papá y yo queremos, supondría varios conflictos con el entorno, y con el no entorno !
Una de las cosas que más nos preocupaba a Papá y a mi era el tipo de educación que intentaríamos darle a nuestra pequeña, ya que no estábamos demasiado de acuerdo con algunos métodos “tradicionales”. Nos pusimos como locos a buscar alternativas hasta que dimos con el método Montessori y la crianza respetuosa.
Fue todo un descubrimiento, era lo que nosotros estábamos buscando sin ninguna duda, una educación donde nuestra hija pudiera SER, respetando sus ritmos y sus emociones ( que esto no quiere decir que sea ni fácil ni perfecto ), simplemente es lo que creemos nosotros mejor para nuestra familia.
Los primeros meses de vida de Aria fue todo bastante bien, hasta que empezaron las críticas del entorno y de aquellas personas que no tenían nada que ver con nosotros.
- ¿ Otra vez teta ? ¿ Porqué no pruebas a darle un biberón y así puede darle de comer alguien más que no seas tú ?
- ¿ De verdad que duerme con vosotros ? Ten cuidado porque como te duermas profundo igual la aplastas.
- Deberías dejarla llorar un poco que no le pasa nada, así es como te coge los talentos.
- Ponle el chupete y así te deja tranquila un rato …
Y como estas, muchas más, ( y con tan sólo unos meses de vida ). Sabéis bien de lo que hablo, verdad?. No os voy a negar que fue bastante frustante. Tu, que estás criando a tu bebé con toda la ilusión del mundo, intentando hacer las cosas bien y actuando desde lo que tu instinto y tu corazón te dicen, sintiéndote culpable un millón y medio de veces al día pensando en que la estarás cagando y PAM!, que viene alguien a decirte o insinuarte que no, no lo estás haciendo bien. Fastidia y mucho.
A medida que iba creciendo nuestra peque, nos dimos cuenta de que era una niña (es) bastante intensa. Esto no es malo, por supuesto, pero sí que requiere de mucha paciencia ( que desde luego poca gente entiende ) y que a nosotros nos ha costado un poco tener, sobre todo al principio. Nos frustrábamos mucho hasta que un día lo hablamos y decidimos dejarnos llevar ( un poco), y todo mejoró mucho.
No vamos de super padres, no, no lo somos, y sí, a veces perdemos la paciencia. Intentamos que no sea así la mayoría de las veces, pero cuando tú has tenido un día horrible, sumado a que tu hija pareciera necesitar un exorcismo y que la gente no deja de decirte cosas como :
- ¿ Cómo le consientes que grite así ?
- Con una palmada en el culo se solucionaba el problema
- Cuando tenga 15 años os echa de casa
- Menudo carácter se gasta la mocosa !
A veces es inevitable estallar. Lo peor es que solemos estallas con quién menos lo merece : NUESTROS HIJOS .
Recuerdo un día en el que íbamos por la calle y vimos un caballito ( de estos tipo atracción ). La peque nada más verlo se fue a el como una loca. Estaba precintado por lo que no pudo subirse, así que tuvimos un gran ” Big Chicken “ .
Me senté en el suelo con ella, dándole espacio y presencia y veía que poco a poco se iba calmando. Observé como una señora nos miraba e iba murmurando algo que no llegué a oír hasta que se acercó para decirme :
” Esto de toda la vida se solucionaba con un buen cachete y a casa. Que manera de faltarte al respeto, que vergüenza! “
Y con la misma se fue. No voy a negar que eso me enfadó muchísimo. Tenía ganas de ir detrás de ella y decirle cuatro cosas.
¿ Porqué alguien que no nos conocía de nada se atrevía a juzgarnos e incluso a darnos directrices de cómo tendría que “atajar” la rabieta de mi hija ? Pues porque molesta.
Molesta no hacer las cosas como se han hecho toda la vida. ¿ Porqué ? Pues supongo que porque creen que antes las cosas se hacían mejor y que ahora como que “despreciamos” esa educación que nos han dado. Y no tiene NADA que ver!!
Así fueron pasando los meses, hasta que la niña cumplió un año. Papá y yo decidimos que yo trabajaría desde casa para poder quedarme con la niña ya que no queríamos que fuera a una guardería y tampoco era necesario dejarla con ningún familiar, ya que mi trabajo me permitía esa flexibilidad.
Entonces los comentarios empezaron a ser :
- ¿No la llevas a la guardería ? Así no va a socializar
- Esta niña necesita ir a la guardería
- Uyyy que enmadrada está esta niña ! deberías ir pensando en dejársela a alguien si no la llevas a la guardería
- Tu no ves que así no vas a poder hacer vida nunca!
Como si tú, Papá, los niños del parque, los abuelos, tíos … fuéramos muñecos con los que la niña no habla ni se comunica.
- Pero es que necesita socializar con alguien más que no seáis vosotros !
Y claro, explotamos.
A veces, lo más difícil de criar a tus hijos, no es criar a tus hijos, es el entorno y el no entorno. Ahora, con 2 años y 3 meses de Aria he aprendido :
- 1 ) Que Nadie (o muy poca gente) va a entender que quieras hacer las cosas de forma distinta a como se hacía “toda la vida “.
- 2 ) Que pocos entenderán que quieras ser respetuosx con tu hijx, sobre todo en momento de rabietas.
- 3 ) Que TODOS tendrán algo que decir.
- 4 ) A ver los vídeos de Miriam Tirado siempre que puedo.
- 5 ) A hacer lo que me salga del corazón ( y del unicornio ) e intentar ignorar tooodos aquellos comentarios que no me aporten nada.
Pero si hay algo que de verdad he aprendido en este tiempo es a cortar los comentarios y actitudes negativas. Cuando Aria entra en corto estando con alguien y éstx “critica” o tiene algo que decir de como actuamos, suelo cortarlx diciendo cosas como :
- A nosotros nos va bien así.
Si sigue en su empeño de decir algo, entonces soy algo más brusca :
- Suerte que tienes que es MI hija y no la tuya.
Te aseguro que ahí se callan definitivamente !